Dentro de la burbuja
creyendo que todo
iba a seguir siendo perfecto
me elevaba al cielo cada vez más,
luego vino la lluvia para desaparecer
todo tipo de ideas felices que albergaba dentro
de aquella transparente.
El desierto lo llevo por dentro.
Hay veces corre viento.
Pero cuando es tranquilo
es como si una galleta de gengibre apareciera en tiempos de navidad.
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